Alegato presentado por nuestra asociación ante la próxima visita a Cuba de la Relatora Especial de la ONU sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos
La Relatora Especial sobre medidas coercitivas unilaterales de la ONU, Alena Douhan, visitará la República de Cuba, del 11 al 21 de noviembre, para analizar y comprobar sobre el terreno las repercusiones negativas que las sanciones internacionales contra la isla suponen en materia de derechos humanos.
Durante su estancia en la Mayor de las Antillas, la Relatora Especial tiene previsto reunirse con diversos representantes del Gobierno de Cuba, así como con organismos de las Naciones Unidas presentes en el país, organizaciones internacionales y regionales y grupos del sector empresarial y de la sociedad civil.
Desde nuestra asociación hemos querido participar en el proceso de aportes que se ha abierto al calor de esta visita, que culminará cuando la Relatora Especial presente sus conclusiones y recomendaciones en un informe que se elevará al 63º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2026. Aquí puedes leer el alegato contra el bloqueo que hemos presentado en el marco de esta convocatoria:
Medidas Coercitivas Unilaterales contra Cuba: Derechos Humanos, Impacto Económico y Consecuencias Sociales
Introducción
La Asociación Cultural Cubano Andaluza José Martí se crea en 2015 en Andalucía con el objetivo de fomentar el intercambio cultural entre nuestro pueblo y el cubano, así como difundir el pensamiento humanista de José Martí.
En estos años el trabajo con las autoridades y la sociedad civil cubana ha sido constante y fluido, permitiéndonos obtener una visión y conocimiento notable de su realidad y circunstancias.
Ese trabajo ha incluido la visita de nuestra Junta Directiva a Cuba, recorriéndola del extremo oriental al occidental; la recepción de diferentes delegaciones cubanas en nuestra tierra; la firma de un convenio de colaboración con la Sociedad Cultural José Martí de Cuba; así como la colaboración en proyectos de solidaridad y cooperación. También participamos, aportando nuestro testimonio, en la Universal Periodic Review (UPR) of Cuba de 2017, de la Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights.
Este bagaje nos ha permitido tener una visión, cercana y clara, de la gravedad de las consecuencias para la población cubana que la implacable aplicación del unilateral Bloqueo a su economía, por parte de EEUU, supone.
Unas consecuencias que podemos resumir en los siguientes puntos:
1- Carácter extraterritorial
El Bloqueo a Cuba es una imposición norteamericana de carácter universal, que afecta no solo a los residentes en la isla, sino a cualquier persona o entidad, independientemente de su origen o la legislación que la ampare, que pretenda mantener tratos con el país.
Nuestra asociación, en su labor humanitaria, ha sufrido directamente esta agresión. Así en 2016, el envío de una transferencia internacional a una cuenta corriente habilitada en Cuba para recibir donaciones en solidaridad con los afectados por el huracán Matthew, nos fue devuelta sin justificación por el Banco Triodos, previo cobro de las correspondientes comisiones.
Más grave aun fue la confiscación de fondos por parte de Meta en 2018, tras realizar un crowdfunding a través de su plataforma Facebook. En este caso se trataba de una entidad europea, que recaudaba fondos en Europa para realizar una actividad cultural en un país de la Unión Europea. Sin embargo, la plataforma entendió que la simple sospecha de una posible vinculación a Cuba era suficiente para violar toda legislación internacional y de derecho europeo y confiscar los fondos. Hecho que denunciamos ante las asociaciones de consumidores españolas.
Igualmente difícil ha sido el envío de donaciones sanitarias a Cuba, por la escasez de navieras que transporten contenedores a Cuba y el consecuente encarecimiento de éstos. Así como la afectación al sistema internacional de paquetería, que obliga a tener que recurrir al equipaje de visitantes a la isla para poder hacer llegar las donaciones.
No pocos empresarios e inversores de nuestro país y de otros tantos han visto afectadas, no solo sus inversiones en Cuba, sino sus cuentas y patrimonios en sus países de origen, en aplicación de esta legislación extraterritorial. Y muchos más han decidido renunciar a estos vínculos comerciales con Cuba ante la incertidumbre jurídica que les genera.
Pero estas afectaciones a ciudadanos de terceros países son una nimiedad en comparación con las consecuencias que el Bloqueo tiene para la vida cotidiana de los cubanos y que, según nuestra experiencia, podemos detallar como sigue.
2. Derechos Humanos afectados y mecanismos de aplicación
Las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos contra Cuba —especialmente el bloqueo económico, financiero y comercial codificado en la Ley Helms-Burton— representan el régimen de sanciones más amplio y prolongado jamás impuesto a una nación. Estas medidas restringen sistemáticamente la capacidad de Cuba para comerciar internacionalmente, acceder a mercados financieros y adquirir bienes esenciales, violando derechos humanos fundamentales como el derecho a la salud, a la alimentación, a la educación, al trabajo y al propio desarrollo.
Su aplicación incluye prohibiciones directas, sanciones extraterritoriales, persecución financiera y acoso por parte de bancos y empresas extranjeras. El bloqueo contempla mecanismos “quirúrgicos” diseñados para “eliminar las principales fuentes de ingresos de Cuba” y obstaculizar cualquier transacción que involucre bienes o servicios con más de un 10% de componentes estadounidenses.
El sobrecumplimiento por la intimidación que supone para las entidades financieras internacionales ha ampliado los efectos del bloqueo mucho más allá de la jurisdicción estadounidense: los bancos extranjeros congelan rutinariamente activos cubanos o se niegan a procesar transacciones para bienes humanitarios como alimentos o medicinas.
Ejemplos de derechos vulnerados:
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Derecho a la salud: prohibición de adquirir equipos médicos como marcapasos, máquinas de diálisis y medicamentos oncológicos (por ejemplo, Pemetrexed, Palbociclib).
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Derecho a la alimentación: obstaculización de importaciones agrícolas y pagos a proveedores.
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Derecho a la educación: restricciones en plataformas digitales y falta de acceso a materiales y tecnologías educativas.
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Derecho al desarrollo: aislamiento financiero que desalienta la inversión extranjera y reduce los ingresos nacionales.
3. Sanciones con mayor impacto negativo en los derechos humanos
Las sanciones que más directamente afectan los derechos humanos son las dirigidas al sistema financiero y bancario cubano, que han paralizado su capacidad de realizar pagos internacionales. Bancos de Europa, América Latina y Asia han cerrado cuentas cubanas o se han negado a procesar transacciones, incluso para importar alimentos y medicinas, por temor a sanciones estadounidenses.
La inclusión de Cuba en la lista de “Países Patrocinadores del Terrorismo” de EE.UU. ha agravado estos efectos al aumentar el “riesgo país” y alejar a proveedores y aseguradoras.
Las sanciones relacionadas con energía y combustible también han generado efectos en cadena: la persecución a empresas navieras e instituciones aseguradoras ha provocado escasez energética, apagones y afectaciones a los servicios de salud y distribución de agua, socavando el derecho a condiciones de vida adecuadas.
4. Grupos poblacionales más afectados
El bloqueo impacta a toda la población cubana, pero sus efectos son más severos en los grupos vulnerables y de bajos ingresos:
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Niños y mujeres embarazadas: escasez de leche, medicamentos pediátricos y vacunas.
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Adultos mayores y personas con discapacidad: falta de prótesis, audífonos y tratamientos para enfermedades crónicas.
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Pacientes con enfermedades graves: retrasos o imposibilidad de recibir tratamientos vitales por falta de medicamentos importados o piezas de repuesto.
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Estudiantes y docentes: acceso limitado a materiales, laboratorios y plataformas en línea bloqueadas bajo jurisdicción estadounidense.
En 2024, 364 medicamentos esenciales estaban sin stock (56% del cuadro básico nacional), afectando directamente a pacientes crónicos y a la atención hospitalaria. Más de 94.000 cirugías fueron pospuestas por falta de insumos, de las cuales 9.900 correspondían a pacientes pediátricos.
5. Exenciones humanitarias y su efectividad
Aunque la política estadounidense incluye licencias humanitarias que teóricamente permiten la exportación a Cuba de alimentos y medicinas, estas exenciones son ilusorias en la práctica. Todas las transacciones requieren autorización previa de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), deben ser pagadas por adelantado en efectivo y no pueden involucrar bancos cubanos. El transporte solo puede realizarse en buques estadounidenses, lo que aumenta enormemente los costos.
Estas condiciones hacen que el mecanismo sea ineficaz para garantizar las necesidades básicas. Por ejemplo, una licencia solicitada a la OFAC por un proveedor para exportar equipos de cobalto y repuestos para tratamientos oncológicos permaneció sin respuesta durante un año, retrasando la terapia de pacientes con cáncer. El efecto acumulado de los obstáculos burocráticos y financieros impide a Cuba importar bienes esenciales a la escala necesaria, afectando el acceso de la población a alimentos y salud.
6. Impacto de la designación de “País Patrocinador del Terrorismo”
La reincorporación de Cuba a la lista de “Países Patrocinadores del Terrorismo” de EE.UU. en 2025 ha amplificado todos los efectos coercitivos. Esta etiqueta —sin fundamento probatorio— ha incrementado el aislamiento financiero, desalentado la inversión y obstaculizado los intercambios culturales, académicos y científicos. Ha obligado a decenas de bancos a suspender operaciones con Cuba, impidiendo pagos para importaciones médicas y educativas.
La designación también restringe los viajes: los ciudadanos de países que han visitado Cuba pierden la elegibilidad para el programa de exención de visa estadounidense (ESTA), lo que ha provocado una fuerte caída del turismo, una de las principales fuentes de ingresos del país. La disminución del turismo afecta directamente el empleo, los salarios y el derecho al trabajo de miles de familias cubanas.
7. Ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo bajo sanciones
Las organizaciones humanitarias internacionales y nacionales enfrentan grandes obstáculos para entregar ayuda y ejecutar proyectos de desarrollo. Las transferencias financieras son bloqueadas o retrasadas, las empresas logísticas rechazan envíos, e incluso las agencias de la ONU sufren restricciones bancarias. Esto limita el acceso de Cuba a mecanismos de cooperación global y ralentiza los esfuerzos de recuperación tras desastres naturales, pandemias o crisis energéticas.
8. Impacto en la protección social y en los grupos especialmente vulnerables
Los programas de protección social cubanos han absorbido parte del impacto, pero su alcance se ha visto reducido por la disminución de los ingresos públicos. El gobierno continúa priorizando la distribución racionada de alimentos (la “canasta familiar normada”) y los subsidios a bienes esenciales, pero las carencias persisten. Las personas mayores, con discapacidad y de bajos ingresos enfrentan dificultades diarias para acceder a medicinas, ayudas técnicas y atención especializada, lo que constituye una violación de los derechos a la seguridad social y a un nivel de vida adecuado.
9. Derecho a la salud y profesionales médicos
El impacto acumulativo del bloqueo sobre el sistema de salud es devastador. Más allá de la escasez de medicamentos y equipos, restringe el acceso a tecnologías avanzadas (como robótica quirúrgica, mantenimiento de resonadores magnéticos o herramientas de secuenciación genética). Como ejemplo la prohibición de adquirir el robot quirúrgico da Vinci Xi y máquinas de diálisis Baxter, así como retrasos en tratamientos oncológicos por falta de repuestos. Estas condiciones deterioran el entorno laboral de los profesionales de la salud, limitan la cooperación científica y aumentan la sobrecarga laboral.
10. Infraestructura crítica y energía
Las carencias energéticas son uno de los efectos más visibles de las sanciones. Las medidas contra proveedores de combustible, navieras y aseguradoras han desarticulado el sistema eléctrico nacional, provocando apagones que afectan hospitales, escuelas e industrias. En 2024, Cuba perdió el equivalente a 1.600 millones de dólares en importaciones de combustible necesarias para cubrir la demanda normal de electricidad. El mantenimiento de infraestructuras, incluyendo los sistemas de agua y transporte, también ha sufrido graves limitaciones por la falta de repuestos y financiamiento.
11. Educación, investigación y cooperación académica
Las sanciones socavan el derecho a la educación y al progreso científico. A las universidades se les niega el acceso a plataformas digitales como Zoom y Webex; los investigadores son bloqueados en bases de datos biomédicas de EE.UU.; y los proyectos conjuntos se suspenden por restricciones financieras. En 2024, las universidades cubanas perdieron el acceso a 21 bases de datos de los NIH y a múltiples intercambios académicos. Como resultado, el sistema educativo enfrenta escasez de libros, papel y materiales didácticos, mientras miles de estudiantes con discapacidad carecen de dispositivos de apoyo adecuados.
12. Empleo y derechos laborales
La contracción del PIB en un 1,1% en 2024, atribuida en gran parte al bloqueo, ha provocado pérdida de empleos y reducción de ingresos, especialmente en el turismo, la agricultura y los servicios. Los sectores no estatales e informales —como los pequeños emprendedores y cooperativas— también se ven gravemente afectados al no poder acceder a sistemas internacionales de pago ni importar materias primas. El derecho al trabajo, a la igualdad de oportunidades y a un salario digno se ve directamente socavado por la parálisis económica derivada de las sanciones.
13. Medidas de mitigación del gobierno
El gobierno cubano ha implementado múltiples medidas para contrarrestar el impacto del bloqueo:
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Priorizar la inversión pública en salud, educación y asistencia social (23% del presupuesto nacional en 2025 destinado a educación).
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Ampliar la producción local de alimentos y proyectos de energía renovable.
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Fomentar la inversión extranjera en mercados no estadounidenses y fortalecer la cooperación con países aliados.
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Desarrollar sistemas de pago digitales y producción nacional de medicamentos esenciales.
Sin embargo, estas iniciativas solo mitigan parcialmente los efectos de las sanciones, dada la magnitud de las restricciones financieras y la aplicación extraterritorial del bloqueo.
14. Sobrecumplimiento y políticas de “riesgo cero”
El sobrecumplimiento es uno de los aspectos más insidiosos de la política estadounidense. Bancos de Europa, Asia y América Latina suelen rechazar incluso transferencias humanitarias autorizadas por temor a sanciones. Las universidades dudan en firmar acuerdos académicos. Las empresas se niegan a vender bienes médicos o educativos que contengan componentes mínimos de origen estadounidense. Estas políticas de “riesgo cero” profundizan la violación de los derechos a la salud, la educación y el desarrollo al interrumpir intercambios legalmente permitidos.
15. Migración e impactos extraterritoriales en derechos humanos
El bloqueo contribuye a los flujos migratorios irregulares al agravar las condiciones económicas y limitar las oportunidades, afectando directamente el derecho a migrar de forma segura. Además, los migrantes cubanos en el exterior enfrentan restricciones para acceder a servicios consulares debido a la negativa de los bancos a procesar pagos a misiones diplomáticas cubanas. Así, el bloqueo se extiende más allá de las fronteras nacionales, afectando los derechos de los ciudadanos cubanos en el extranjero y de extranjeros vinculados a la cooperación humanitaria o económica con la isla.
Conclusión
Las medidas coercitivas unilaterales contra Cuba constituyen un complejo sistema de guerra económica con consecuencias directas y medibles sobre los derechos fundamentales de la población.
A pesar de las exenciones humanitarias y las políticas nacionales de resistencia, el bloqueo continúa socavando la salud, la seguridad alimentaria, la educación y los medios de vida. Su alcance extraterritorial —combinado con la intimidación financiera y el sobrecumplimiento— lo convierte no solo en un problema nacional, sino en un desafío global a los principios del derecho internacional y los derechos humanos.
La votación en la Asamblea General de la ONU que año tras año en octubre, desde 1992, condena de manera clamorosa este bloqueo ilegal y que pronto verá una nueva edición, nos muestra de manera evidente el rechazo de la comunidad internacional a esta política de asedio y castigo contra el pueblo cubano. Por lo que pedimos de NNUU, en cumplimiento de su mandato fundacional, la adopción de cuantas medidas sean precisas para el fin de esta acción criminal.
En Sevilla, España, a 27 de octubre de 2025